Durante el segundo trimestre de 2022 se descargaron 35.000 millones de aplicaciones en todo el mundo, tanto en Google Play Store como en la App Store, según datos del estudio `Q2 2022: Store intelligence Data Digest’ realizado por la plataforma de análisis de aplicaciones Sensor Tower. Sin duda, y aunque esto suponga un descenso del 2,5% con respecto al mismo periodo del año anterior, muestra la relevancia que este tipo de producto tiene en la vida de los usuarios.
Nuestro smartphone va siempre con nosotros y utilizamos las apps para todo. Como agenda, para hacer deporte, para ahorrar… Por eso, tanto las empresas como los emprendedores, deben tener muy presente que incorporar una a su negocio puede ser una muy buena idea.
Sin embargo, crear una aplicación y que tenga éxito no es tarea fácil, no basta con tener una idea. Se necesita tiempo, el conocimiento necesario y, normalmente, es algo costoso. Uno de los errores que se suele cometer es lanzarse a ponerla en marcha sin haber analizado la idea, el sector y otros factores que se deben tener en cuenta.
Claves para crear una app
- Elegir el sistema operativo: Decidir para qué sistema operativo se va a crear es un punto básico. Si solo va a ser para uno, si se va a desarrollar para varios y, para ello, es importante conocer la relevancia de cada uno de ellos. Según datos de la consultora de tecnología IDC, Android lidera el mercado con más del 84% de las unidades vendidas en 2020, le sigue Apple con prácticamente el 16% restante.
- La experiencia de usuario y la usabilidad: Esto es clave, los usuarios estamos acostumbrados a tener todo al momento. Si una app es lenta, no responde cómo queremos o no es intuitiva, no la usaremos. Por eso, a la hora de desarrollar una App es básico tener en cuenta cuestiones como la usabilidad, la claridad de la información, la rapidez, los idiomas o la apariencia.
- Seguridad: Otro punto al que hay que prestarle especial importancia ya que una aplicación puede manejar información privada de los usuarios y esto es algo que preocupa y puede generar desconfianza. Las personas que se descargan la App tienen que confiar plenamente en la aplicación, sino no aceptarán los requerimientos que suelen pedirse al descargarla.
- Un buen plan de marketing: No hay nada mejor para una app que conseguir que se vuelva viral, muchas descargas es sinónimo de buen posicionamiento y, por ende, de más descargas. Por eso, el plan de marketing y la promoción de la aplicación son claves para lograr que la App esté presente en la cabeza de los consumidores. Lograr que se vuelva viral será un éxito asegurado y, para ello, se pueden incluir funcionalidades especiales como la sincronización con redes sociales, el acceso a la lista de amigos, hacer alguna campaña especial o dar algún beneficio por traer amigos a la App.
- Monetización: Otro aspecto a tener en cuenta es tener claro el tipo de App que se pretende crear y el objetivo que se busca con ella. No es lo mismo, querer conseguir ingresos con la app que buscar simplemente notoriedad y posicionamiento. Y es que, una aplicación puede ser de pago o gratuita y es recomendable decidirlo desde el primer momento.
- Buscar engagement: El engagement se trata del compromiso o lo que interacciona un usuario con la aplicación, algo que se suele ver con las veces que entra en la App y el tiempo que pasa en ellas. Estimularlo para que pase el mayor tiempo posible dentro de nuestra app repercute directamente en una mayor exposición a la publicidad y por lo tanto, aumento del ingreso medio por usuario. Preparar acciones para incentivar a que usen más la app es una buena estrategia, por ejemplo, enviando notificaciones con promociones, novedades o avisos.
- Las opiniones: Es común estar dentro de una App y que aparezca un mensaje pidiendo una valoración, esto es porque las opiniones de los usuarios en las ‘app stores’ suelen condicionar la decisión de otros.
- Actualiza: La primera versión de una aplicación suele tener muchos errores, por ello es importante contar con estrategias de actualización y estar atentos a los comentarios y los KPIs para ver dónde pueden estar los puntos de mejora.
